Los cuerpos encerrados individualmente, su vigilancia sanitaria y los controles en su desplazamiento, forman parte de una estrategia de aislamiento social en pos de mantener la seguridad pública. Se ha edificado una nueva forma de control donde la tecnología aparece como la gran protectora de nuestras vidas, con actividades mediadas por el dominio de las pantallas, que aceleran la producción de bits facilitando el rastreo de datos personales.