Para construirla recuperamos la saga de las insurrecciones populares, con el convencimiento de que los mitos y símbolos ancestrales pueden contribuir a nutrir un imaginario colectivo, reactualizado en el presente, y hecho cuerpo en las distintas formas de unidad y solidaridad contra el orden dominante. La creación de esta imagen se encabalga en la búsqueda de una estampa dialéctica que pueda acercarnos a un proceso de rebeldía, continuo y permanente, durante los siglos de conquista, colonización y saqueo.