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Iconoclasistas. Dispositivos de investigación colaborativa, mapeo colectivo itinerante, cartografías críticas y recursos pedagógicos para uso comunitario.

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Manual de mapeo (esp/eng)

Manual de mapeo colectivo: Recursos cartográficos críticos para procesos territoriales de creación colaborativa. Buenos Aires, Tinta Limón, noviembre 2013. Segunda edición agosto 2015.
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¿Cómo usar este manual?

No hay una única forma de usarlo. Con esta publicación no estamos cerrando la práctica ni la experiencia. Creemos que todavía hay mucho por aprender y explorar y esto se va a lograr a partir de las apropiaciones y derivas que cada uno de ustedes vaya realizando. Sólo nos resta animarlos a que experimenten en los espacios a partir de los recursos disponibles, que se dejen llevar por las eventualidades y que acomoden la práctica para potenciar momentos de cooperación social y subjetiva que activen, a su vez, procesos de gestión colectiva del común.
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Relatos críticos sobre el territorio

La construcción de nuevos relatos y narraciones territoriales requiere de herramientas que promuevan la participación y que alienten la reflexión a partir de miradas dialógicas. En ese sentido, el diseño y la activación de un arsenal de recursos visuales (iconos, pictogramas, dispositivos gráficos y cartográficos) instauran una plataforma de trabajo que incentiva la rememoración, el intercambio y la señalización de las temáticas.
Esta disponibilidad de recursos al inicio del mapeo, que podría pensarse como un marco que limita y acota la acción, constituye en realidad una suerte de trampolín que potencia la construcción colaborativa y dinamiza el proceso, incorporando una dimensión estética y simbólica al trabajo. El uso de estos recursos amplía las metodologías de investigación participativa, y de la incorporación de recursos creativos y visuales surgen formas ampliadas de comprender, reflexionar y señalizar diversos aspectos de la realidad cotidiana, histórica, subjetiva y colectiva.
Los participantes hacen uso y modifican las herramientas visuales y los mapas, pero también se los alienta a crear sus propias formas de representación, ya sea mediante imágenes, íconos, dibujos, textos, viñetas y cualquier otro recurso que permita la comunicación y difusión de significaciones y sentidos.
Concebimos al mapeo como una práctica, una acción de reflexión en la cual el mapa es sólo una de las herramientas que facilita el abordaje y la problematización de territorios sociales, subjetivos, geográficos. A esto le sumamos otra serie de recursos que hemos apodado dispositivos múltiples, y que consisten en creaciones y soportes gráficos y visuales que, mixturizados con dinámicas lúdicas, se articulan para impulsar espacios de socialización y debate, y son también disparadores y desafíos en constante movimiento, cambio y apropiación.
Así buscamos abrir un espacio de discusión y creación que no se cierre sobre sí mismo, sino que se posicione como un punto de partida disponible para ser retomado, un dispositivo apropiado que construya conocimiento, potenciando la organización y elaboración de alternativas emancipatorias.
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Proyecciones y límites del mapeo

La construcción de un mapa constituye una manera de elaborar relatos colectivos en torno a lo común, monta una plataforma que visibiliza ciertos encuentros y consensos sin aplanar las diversidades, pues también quedan plasmadas.

“El mapa no es el territorio”: es una imagen estática a la cual se le escapa la permanente mutabilidad y cambio al que están expuestos los territorios. El mapa no contempla la subjetividad de los procesos territoriales, sus representaciones simbólicas o los imaginarios sobre el mismo. Son las personas que lo habitan quienes realmente crean y transforman los territorios, lo moldean desde el diario habitar, transitar, percibir y crear. No hay que olvidar que el mapeo es una herramienta que muestra una “instantánea” del momento en el cual se realizó, pero no repone de manera íntegra una realidad territorial siempre problemática y compleja.
El mapeo es una práctica para derribar barreras y fronteras, y permite encontrarnos en un territorio de complicidad y confianza. Es también una dinámica a través de la cual vamos construyendo y potenciando la difusión de nuevos paradigmas de interpretación de la realidad. Y es un modo de producir territorio, pues es a partir de la institución y renovación de las formas espaciales y los mecanismos de percepción del tiempo que nutrimos y proyectamos nuestro accionar.
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Manual de mapeo en inglés