Esquemas para dinamizar y sistematizar talleres. Consiste en encadenamientos de analogías detonadas a partir de una potente imagen gráfica que facilita la reflexión crítica sobre diversas temáticas y territorios, por afinidad o semejanza con la figura central.

Al inicio del confinamiento por la pandemia del Covid-19 tuvimos que pensar novedosas maneras de continuar con nuestra práctica. Un inicial desafío se nos planteó al imaginar cómo trasladar formas de trabajo presenciales —dónde la sensorialidad, el contacto con otrxs y la construcción de lazos afectivos— eran pilares esenciales que sostenían esos espacios de encuentro colaborativo. Primer aprendizaje: no se podía traducir de forma literal el taller a un formato online, sino que debíamos crear nuevas modalidades para dinamizarlos. Fue así como mediante lo que llamamos una “analogramas”, creamos una dinámica de trabajo que abría un espacio dialógico, de intercambio y pensamiento crítico.

Comenzaron a circular diversas imágenes que ilustraban la expansión del virus por todo el mundo.Una de ellas fue la del incendio, cuyo avance nos fue cercando y encerrando como una estrategia de cuidado comunitario. A esta idea del fuego-amenaza la complementamos con una mirada sobre su innegable rol en la protección familiar: el vocablo deriva del latín focus, que significa hogar, hoguera, brasero, y refiere al sitio donde se prende la llama con la cual cocinamos, iluminamos y calentamos la vivienda. Una tercera analogía surgió a partir de la palabra firewall o cortafuego, que en informática alude a un programa que bloquea el acceso a intrusos para proteger nuestra intimidad, y es también una herramienta utilizada en el ámbito rural y agrícola por los bomberos al momento de frenar la propagación de una quema.